miércoles, 28 de mayo de 2014

Ecarri en AD: “La consulta educativa es un fracaso”

El Presidente de FAUP participó en la Mesa de Análisis

Caracas, 28 de mayo de 2014.- “No podemos esperar nuevas políticas educativas ni medidas ante la crisis que hay en las escuelas y liceos porque esta consulta es pirata, es un fracaso”, sentenció el presidente ejecutivo de la Fundación Arturo Úslar Pietri (FAUP), Antonio Ecarri, durante la instalación de la Mesa Nacional de Análisis para estudiar el tema educativo en el país, organizada por Acción Democrática.

Advirtió sobre el peligro que puede entrañar: “No hay preguntas medibles, las respuestas son abiertas, no está hecha para ser valorada. Si el ministro cree que podrá validar el currículum con ella, no será así. Debería haberlo entregado antes para que lo viéramos”.

En la Mesa, en la que también participaron el concejal Manuel Rojas Pérez y los profesores Nancy Hernández y Gustavo Poleo, se discutió sobre la pertinencia de que los padres defiendan los espacios educativos de sus hijos y el control al que están sometidos los maestros, así como el adoctrinamiento en el Pensamiento Único que se pretende inculcar en las escuelas y liceos.

Antonio Ecarri apuntó que, ante la realidad actual, con la incursión de las redes sociales, el nuevo modelo educativo debe ser “interactivo, atractivo para los chamos, donde aprendan a aprender”. Señaló que el cambio es necesario para recuperar la educación de Venezuela: “cuando saquemos al país del colapso educativo vigente, acabaremos con la violencia”.

martes, 15 de abril de 2014

Rescatadas por la Educación

Una de las 26 escuelas que la ONG Trampled Rose ha abierto en Etiopía. / ANA PALACIOS

Texto de Ana Palacios para El País

“Cinco mil niñas no se van a prostituir. Cinco mil niñas no van a servir en casas de países árabes. Cinco mil niñas no van trabajar como peones de carga”. Así es como la estadounidense Becky Kiser, fundadora de la ONG Trampled Rose, resumía emocionada sus 10 años de lucha por los derechos de la mujer en Etiopía. La organización, que comenzó su andadura atendiendo a mujeres con fístula obstétrica y ahora, que ya está casi erradicada, invierte toda su energía en la prevención, fundamentalmente con la escolarización de las niñas. “Cuantas más niñas consigamos que vayan a la escuela más mejorarán sus vidas y la situación del país”, dice Becky.

Durante estos años de trabajo exhaustivo, ha conseguido escolarizar a 5.294 niñas de las zonas rurales del centro de Etiopía (North Showa) en 26 colegios de la zona. Cada una de las niñas ha sido seleccionada por su dramática situación personal. Rescatadas de una muerte en vida y elegidas para dejar de “sobrevivir” y empezar a “vivir”.

Birtuken Ajeba tiene 18 años y está en 9º grado (3º de la ESO). Va con retraso. Perdió dos años de colegio porque no podía pagar los 250 Birr (unos 10 euros) que cuesta el uniforme obligatorio. Birtuken tuvo que trabajar siete días a la semana durante dos años de peón en la construcción de carreteras para poder ahorrar ese dinero y comprarse uno. Ahora recibe ayuda de Trampled Rose, tiene un flamante uniforme, libros y atención médica si la necesita. También le han alquilado una habitación en el pueblo de Abdisa Aga, cerca del colegio, y así no tiene que caminar durante horas para llegar a clase.

“Cuando sea mayor quiero ser médica y ayudar a muchas niñas a que no tengan que trabajar para estudiar, como usted”, le decía Birtuken a Becky con la voz rota por la emoción. Ahora puede dedicar todo su tiempo a estudiar, incluso a ser adolescente si le apetece, y a tratar de olvidar que tuvo que ser adulta durante su niñez.

Las distancias entre los 17 colegios que visité, salpicados por las montañas de North Showa, conociendo a las niñas de Trampled Rose, son cortas (unos 100 km en cada traslado). Sin embargo, los caminos laberínticos sin asfaltar ni señalizar, en espiral, a casi 3.000 metros de altitud, los miles de baches, el polvo y las dos cajas de Biodramina que consumí en tres semanas, me hicieron sentir que estaba embarcada en la expedición de la circunnavegación fenicia de África relatada por Herodoto, por lo menos.

La educación en general y, en particular, la educación de las niñas, es una clave fundamental para la reducción de la pobreza. Educarlas multiplica sus posibilidades para obtener un empleo e ingresos en lugar de trabajar solo en la casa, tener mejor salud evitando enfermedades contagiosas, etc. Está demostrado que también tiene una gran incidencia en la salud de sus hijos y fomenta el crecimiento demográfico sostenible. De hecho, el número de hijos de las mujeres con educación secundaria en África Subsahariana es la mitad (tres niños) que el de las mujeres sin ninguna educación (seis niños).

“Casi 800 mujeres mueren todos los días por causas que hubieran podido evitarse con la prevención, relacionadas con el embarazo y el parto. Si todas las mujeres terminaran el ciclo de la enseñanza primaria, la mortalidad materna disminuiría en un 66%, salvándose así 189.000 vidas por año”, según el último informe publicado por Naciones Unidas sobre la “Educación para todos”.

En 2006, el Gobierno de Etiopía revisó la ley de la familia y se estableció como edad mínima para contraer matrimonio los 18 años. Esto facilitó la labor de esta ONG en la escolarización de las niñas ayudando a garantizar el cumplimiento de esta ley evitando el matrimonio precoz y los partos prematuros que derivan frecuentemente en tragedias como la fístula obstétrica o la muerte del niño e incluso de la madre.

“Estas niñas de familias tan pobres, si no fueran al colegio, estarían prostituyéndose o sirviendo en Sudáfrica o Arabia Saudí o trabajando en sus granjas”, apunta Getu Mengistu, jefe de recursos externos y monitorización de fondos del Departamento de Educación en el estado de Oromía.

Penzeb Habtamy, que vive en la remota localidad de Dera, es la alumna más brillante de Bitotsa School, nos cuenta: “Duermo tres horas al día, el resto del día estoy estudiando o en clase. No podía ir a la escuela porque tenía que trabajar con mi padre en el campo. Cuando Trampled Rose me encontró, no tenía esperanza. Ahora no tengo que preocuparme de encontrar comida, puedo estudiar. Siento que he vuelto a nacer”.

Penzeb será la primera estudiante de estas cinco mil niñas en ir a la universidad. Ya tiene garantizado el acceso y estudiará medicina. Gracias a Trampled Rose, algunas niñas de Etiopía pueden cambiar su mirada de profunda tristeza a una de ilusión.

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martes, 8 de abril de 2014

“Da igual de dónde vengas, puedes competir con los mejores”


Por María Lillo.-
Algunos dirán que tuvo suerte. Y sí, la tuvo. Una mano inocente sacó el papel que ponía su nombre entre los cientos de niños que aspiraban a entrar en el colegio San Joaquín, de la Fundación Astoreca, en la comuna de Renca, próxima a Santiago de Chile. Ese fue el momento que marcó la diferencia en la vida de Daniela Rebolledo, que por aquel entonces contaba cinco años. Todo lo que vino después —delegada de clase, jugadora del equipo nacional de balonmano y licenciada en Ingeniería Civil Industrial— fue mérito suyo.
Pero todo esto puede parecer menos si no se tiene en cuenta el contexto en el que creció. “Mi mamá biológica se quedó embarazada con 14 años. Era imposible que me criara, así que me dejó con mi mami [una tía abuela] que tenía 60 años y con mi tata, que murió cuando yo tenía dos años”. Se quedaron solas. Sin más recursos que una pensión de jubilación de 70.000 pesos al mes (unos 90 euros). “Mi mami vendía ensaladas por las casas del barrio para ir juntando monedas y cubrir así las necesidades básicas”, relata Rebolledo. Su amplia sonrisa choca frontalmente con el drama que relatan sus palabras. “Ella es así”, explica Ximena Torres, directora académica de la Fundación Astoreca y antigua profesora de “la Dani”, como la llama cariñosamente después de más de 20 años de relación. Y continúa: “Tiene esa facilidad para querer y ser querendona, de sonreír y ser siempre positiva”. “Ya pare, que me sonrojo y me pongo a llorar aquí mismo”, interrumpe la aludida. Ambas ríen. Se nota su complicidad. “Esta niñita es el espíritu del San Joaquín”, resume la responsable de que Rebolledo aprendiera a leer y a escribir.
“En los demás colegios de zonas con escasos recursos te enseñan a conformarte. Si uno salió pobre pues mira… es lo que hay. ¿Qué va a hacer un joven que crece con esa mentalidad cuando salga del colegio? Obviamente no tiene nada que hacer contra los alumnos de centros privados que ya se saben buenos. En el San Joaquín te enseñan que tú también vales. Qué tú, independientemente de dónde vengas, puedes competir con los mejores”. Su discurso va subiendo en intensidad conforme habla. “Hice amigos en la universidad que vivían en una casa de tres pisos, con ascensor, en un barrio superlujoso, pero al final eso daba igual. Todos nos quemamos las cejas con el mismo libro. Y ahora optamos a los mismos trabajos”.
“Para mí, la educación no es un objetivo, es una herramienta. Una llave que abre puertas”, opina. “Mi sueño era ser ingeniera”. Y hoy, a sus 24 años, se ha convertido en la primera becada por la Fundación Agbar en graduarse. “Sin ese dinero no habría podido estudiar. La universidad es muy cara en Chile. Doy gracias por no estar ligada a ninguna casa comercial. Mi sueldo es para mí”, afirma con orgullo. Rebolledo empezó a trabajar en Aguas Andinas —filial de la empresa Agbar en Chile— a principios de este año, 20 días antes de graduarse. “Estoy haciendo lo que me gusta. Lo que he elegido”, dice. “Pero otros niños de mi barrio no tuvieron esa oportunidad. Y eso tiene que cambiar. Tenemos que construir más centros como los de Astoreca que apuesten por una educación de calidad para todos. No solo para los ricos”.
 Información en www.elpais.com
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/04/07/actualidad/1396895900_516368.html

Mercal embarcó a 550 familias de Catia


Voceras de la Comuna en Construcción de Los Magallanes de Catia piden al Ministro de Alimentación, Félix Osorio, que le meta la lupa a la Oficina de Gestión Socialista, que incumplió en la jornada de ventas de productos Mercal planificada hace dos meses para este lunes y no avisó con tiempo que no asistirían al sector.

Dricelis Lira y Diana Lopera, voceras de la primera Comuna en Construcción de Los Magallanes de Catia denuncian que no pudieron ofrecerle este lunes a la comunidad un operativo de venta de alimentos Mercal por embarque de la dicha oficina.
 
Dijeron que tenían dos meses en la organización de ventas de cuatro bodegas de Mercal en la calle El Lago, solicitaron los permisos para el cierre de la vía, este lunes esperaron desde las 5 de la mañana y a las 10 supieron que no llegarían los camiones porque llamaron a los funcionarios de la oficina respectiva del Ministerio de Alimentación.
 
Nos sentimos burlados por la Oficina, no se dignaron a llamarnos, pedimos al ministro que investigue esta situación, primero dijeron que los camiones estaban accidentados, más tarde nos dijeron que los arreglaron y los mandaron a otro sector. La gente estaba molesta y nosotros demostramos el liderazgo al explicarles lo ocurrido, ellos mismos nos pidieron que levantáramos un acta para hacer el reclamo respectivo y ya lo hicimos ante el Despacho de Vicepresidencia de Mercal”, dijo Lira.
 
Diana Lopera exhorta al ministro que revise lo ocurrido, pues, al no “llevar los alimentos se jugó con las necesidades de la población y se saboteo el trabajó de la Primera Comuna en Construcción de Los Magallanes de Catia, se pudo haber formado una sampablera por el embarque, pero los vecinos nos entendieron. Esperamos que el Ministerio de Alimentación nos de respuesta y nos envié las bodegas porque con la comida del pueblo no se juega”.
 
Señalaron que el único que cumplió fue el camión de Lácteos los Andes “ y se vendió todo, unas 350 personas compraron leche condensada, leche y jugos”.
 

martes, 25 de marzo de 2014

La economía popular necesita de buenas opciones para no quebrarse

(Caracas, 25 marzo. Noticias24).- El presidente de la Fundación Arturo Uslar Pietri, Antonio Ecarri, en compañía de Ryan Rojas, dirigente social de Caracas, en su programa “La agenda del lápiz”, conversó en Noticias24 Radio sobre la economía popular del país.

“La protesta nacional obedece es a un descontento económico por el pésimo manejo del aparato burocrático. Todos los días la burocracia le pone un obstáculo distinto al venezolano. Cuando se le aplica las mismas leyes de las grandes empresas a las clases sociales populares, que hay en todas partes del país, se genera una enorme frustración. Se trata de una Venezuela, con unos trabajadores comunes y corrientes, que terminan absolutamente quebrados”, enfatizó Ecarri.

Aseveró que el nuevo chip para regular las compras de productos básicos “no responde a absolutamente a nadie, ¿cómo vas a surtir a las bodegas? las bodegas no entran dentro del plan de expendio de alimentos y eso está quebrando la economía popular venezolana. El problema del país es que están creando un plan económico que no resuelve los problemas de fondo. La única manera de que no vayamos a un total fracaso de la economía popular de Venezuela, es que se tomen las medidas adecuadas”.

Por su parte, Ryan Rojas, dirigente social de Caracas, se refirió a las distintas manifestaciones en la Gran Caracas, “lo cierto es que la democracia en general se tiene que fortalecer no solo con el aspecto electoral, sino con la defensa de los derechos de cada venezolano, esta defensa parte 100% del Gobierno que al parecer solo defiende los derechos de algunos y no de todos”.

“En definitiva nuestro reto es hacerle entender al venezolano, opositor o chavista, que todos padecemos de los problemas que hay en el país, y como dirigentes políticos y sociales debemos encontrar la solución en conjunto”, señaló Rojas.

Ecarri hizo énfasis en que el país “necesita de una profunda reflexión” para entender la situación económica y política actual, y así atacar los problemas de fondo. “Ese profundo llamado es para diagnosticar quiénes son los más afectados por el modelo económico (…) que se está llevando por el medio a los emprendedores, eso es lo que hay que detener”.

domingo, 9 de febrero de 2014

Inaugurada Casa del Lápiz del Centro de Caracas





Antonio Ecarri, presidente de la Fundación Arturo Úslar Pietri, junto a Miguel Henrique Otero, presidente de la Fundación Miguel Otero Silva, inauguraron la Casa del Lápiz del Centro de Caracas, en lo que antiguamente era la sede del diario El Nacional.

Esta nueva Casa del Lápiz, ubicada en la parroquia San Juan, se trata de la sede central de este proyecto social desarrollado desde las comunidades organizadas de los sectores populares y que en esta oportunidad atenderá a niños, jóvenes y adultos del Centro de Caracas. “Gracias a la Fundación Miguel Otero Silva es posible que inauguremos este nuevo centro de acción social para el oeste de Caracas. Estos espacios significan que mucho de nuestros chamos no se vayan a las bandas delictivas y que vengan acá a formarse para el trabajo, a encontrarse con el camino del bien, que las madres jóvenes abandonadas tengan otra oportunidad para formarse y echar pa'lante a sus familias".

Tareas dirigidas, apoyo pedagógico, talleres de escritura creativa, piñatería, repostería, cursos de peluquería y maquillaje son algunas de las actividades que se desarrollan dentro de esta Casa del Lápiz, que inicia con la atención a más de 100 beneficiaros de las parroquias del centro de la ciudad. “Estamos en los sectores populares dando un aporte concreto al proceso de pacificación de Venezuela. Esta casa está abriendo sus puertas para ser un espacio de educación y encuentro social, que es la única ruta para la pacificación; resultado de un esfuerzo concreto para nuestros sectores populares”.

Miguel Henrique Otero, también presidente editor del diario El Nacional, indicó sentirse satisfecho que las instalaciones que aguardó por muchos años el funcionamiento del diario, sea hoy sede de un proyecto social de las comunidades populares caraqueñas y que represente un verdadero aporte al rescate de la juventud venezolana.

Durante la ceremonia estuvieron presentes los distintos facilitadores y promotores de las Casas del Lápiz del resto de la ciudad, voceros de consejos comunales, vecinos de las parroquias San Juan, Altagracia, Catedral, Santa Teresa y representantes de las marcas comerciales que apoyan el proyecto.

martes, 5 de febrero de 2013

Se inaugura la primera “Casa del Lápiz” para mujeres de sectores populares


Con el objetivo de brindar formación para el trabajo y empoderar a las comunidades más populares, la Fundación Arturo Úslar Pietri (FAUP) inauguró la primera "Casa del Lápiz", un proyecto social de impacto directo en el oeste de Caracas bautizado por la comunidad del sector 1ero de Mayo de Los Eucaliptos, en la parroquia San Juan. “Un centro de formación para desmontar la violencia y acabar con el desempleo. Lo hacemos con la educación, desde los sectores populares más necesitados promoviendo el emprendimiento”, expresó Antonio Ecarri, presidente de FAUP.

Ecarri explicó que la "Casa del Lápiz" es una alianza entre las comunidades organizadas y la Fundación Úslar Pietri, donde los vecinos ofrecen un espacio dentro de sus hogares para que personas de la misma zona se formen en distintos oficios, con instructores también de la comunidad. “Estamos formando a las mujeres de Caracas para el trabajo, para que tengan un oficio. Y comenzamos con una primera etapa que es peluquería, para convertirse en nueva emprendedoras. Es la educación lo único que marca la ruta para un empleo digno, un nuevo rumbo que elimina la condena perpetua de la pobreza y la exclusión. Son las propias comunidades quienes deciden los temas de formación. Por ello, en los próximos días estaremos abriendo la "Casa del Lápiz" dedicada a los niños en El Guarataro, y crearemos un circuito de formación popular en todo el oeste de Caracas”.

En la inauguración de la "Casa del Lápiz" y primera clase demostrativa de las técnicas de peluquería y belleza, participó un primer grupo de 24 mujeres de Los Eucaliptos -beneficiarias de la iniciativa- dirigentes comunales y sociales. “Estamos generando un impacto social, acompañando, dándole una mano a este capital humano tan valioso que se encuentran dentro de las zonas populares”.
Elizabeth Blanco es la encargada de coordinar el proyecto y dueña de la vivienda donde funciona la primera "Casa del Lápiz". Dijo sentirse agradecida por la iniciativa que impulsa la participación y el mejoramiento de la calidad de vida de las mujeres y madres desempleadas. “Estamos aportando un granito de arena para aquellas personas de mi sector que realmente necesitan nuestra mano para salir adelante. Las puertas de mi casa están abiertas para la formación y educación de mi comunidad”.

Gregorio Hernández, estilista, dirigente comunal y emprendedor de Los Eucaliptos, es el encargado de ofrecer las herramientas y conocimientos a las participantes. “He visto cómo muchas mujeres se quieren integrar a la vida laboral y esta es una oportunidad para ellas. Vamos a formarlas para que sean productivas y para que salgan adelante con su familia”